domingo, 16 de noviembre de 2014

“EL CACHARRERO EN CERCEDILLA”


  “EL CACHARRERO EN CERCEDILLA”

En los años 40, 50 y  muy avanzados los 60 existía la figura del “cacharrero” y su “trueque”. Eran los lunes por la mañana cuando se instalaba  en el suelo  y en la pequeña explanada del “Corralón”, (frente a lo que hoy es el Centro cultural “Joaquín Sorolla”) extendía unas lonas y encima de ellas empezaba a sacar y colocar la mercancía muy variada, pucheros, ollas, botijos y botijas, fuentes, barreños, jarros y jarras  etc. todo ello de barro, y también de porcelana esmaltada por dentro gris y por fuera marrón o granate, Sartenes de hierro y esmaltadas, todo esto para cocinar, también fuentes,  platos, jarritas, y fiambreras de aluminio.  Además de platos de distintos tamaños, fuentes, soperas, fruteros, tazones, tazas y tacitas con y sin plato, de loza, casi siempre blanca, en fin toda la vajilla completa, y la cristalería (aunque menos variada), vasos, jarras, azucareros, exprime limones etc. que muchos recordamos y los más jóvenes lo habrán visto en casa de sus abuelas, incluido las “palanganas” los “jarros” y “bacinillas” de loza y esmaltadas.

Ese mercadeo tenía una cosa peculiar, todo se vendía, pero también se cambiaba por la aportación de trapos y ropa vieja, que pesaban en los ganchos de una “romana” que metían en grandes “sacos”, y según el peso y el valor de los mismos en  pesetas se cambiaba por algún “cacharro” o se descontaba de la compra  del artículo que se elegía, o simplemente le entregaban el importe,  otra cosa que  gustaba a todos los niños es que traían unas jarritas pequeñas, con un pitorro largo y en el centro un orificio, que llenándola con agua soplábamos por el pitorro y hacían distintos sonidos de silbidos de pájaros, ese era un regalo para ellos, casi siempre por parte de los abuelos y abuelas como juguete.

Esta mercancía “cacharrera” se fue modernizando con el tiempo, y se incorporaron materias  más modernas, llego el duralex, el arcorc, el arcopal, ollas a presión, baterías de cocina decoradas, sartenes antiadherentes,  vajillas de loza  decoradas, cristalerías tallada y las bonitas cerámicas al estilo de Talavera, etc..

 Este mercado cambio de distintos lugares (C/. de la Fuente)  y se fue ampliando con puestos de todo tipo con estilo de “mercadillo”, con textil, calzado, frutas, verduras, dulces, frutos secos etc. bastante completo, pero sin el encanto del puesto del “cacharrero” que recordamos muchas personas,  los lunes era una visita obligada, bien para comprar o solamente para ver,  o para entregar la ropa vieja.

Vaya este RECUERDO por esta forma de venta en aquellos años,  que  en todos los hogares de Cercedilla utilizaban estos enseres tan necesarios a diario en la cocina y en la mesa,  tan sencilla la compra poco a poco y sin desplazamientos, de esa forma también  compraban los “cacharros para el ajuar” las jóvenes casaderas, o las personas que tenían que hacer algún regalo para el hogar.

DEDICADO A LOS CTUALES COMERCIOS,

ESTAS Y OTRAS MUCHAS MERCANCIAS

ERAN COMO VENTA AMBULANTE.

ENTONCES NO EXISTIAN COMERCIOS EXCLUSIVOS,

NI GRANDES SUPERFICIES, CON ESCAPARATES ESPECTACULATRES.

Maribel M.M.

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