domingo, 19 de abril de 2015

HOMENAJE A LAS PARTERAS, COMADRONAS, PRACTICANTES DE CERCEDILLA.

En todas las épocas y culturas la figura de "las parteras" MUJERES QUE AYUDABAN Y  CUIDABAN DURANTE EL PARTO, JUGANDO UN PAPEL DECISIVO EN EL NACIMIENTO DE TODA CRIATURA Y ATENCION AL NUEVO SER QUE LLEGABA AL MUNDO.
 
Hasta finales de los años 60 existía en Cercedilla la figura de esas profesionales, tituladas o aficionadas  a la tarea tan maravillosa e  importante para nuestras madres, para los/las nacidas/os  y  para nuestros hijos, ya que aún recuerdo cuando en el año 1,969 a los niños/ñas  y las madres que fuimos atendidos en nuestro parto,  posiblemente  las últimas que nos atrevimos a que nacieran nuestros hijos en nuestra propia casa, CON LA AYUDA DE AQUELLOS/AS PARTERAS, PRACTICANTES/AS Y COMADRONAS QUE A TANTAS MUJERES AISITIERON EN EL NACIMIENTO DE LOS NIÑOS/AS EN CERCEDILLA, "CUANDO VENIA LA CIGÜEÑA"-
 
Eran varias  personas  que desinteresadamente  con destreza, experiencia y buena voluntad  con familiares allegados a la parturienta que se hacían presentes en este acontecimiento prestando ayuda a la madre. Me gustaría recordar y nombrar a todas ellas/os, pero no gustaría olvidar alguna y por eso mantengo silencio. Viniendo a mi memoria los profesionales a partir de los años 40/50 en primer lugar a:
A la señora Manuela, que vivía en el Camino Ancho,  hoy Calle de D. Manuel González de Amezúa y a D. Benjamín, Practicante que vivía en la Casa de Socorro C/. Registros (hoy desaparecida), sin olvidarnos de los inclementes inviernos que en algunas ocasiones tenía que ir algún familiar a buscarlos con "pala en mano" para hacer camino, a veces eran más de una mujer la que se ponía de  parto el mismo día, y sin teléfono en la mayoría de las casas ???, improvisando en los domicilios todo lo necesario para tan importante momento, y deshaciéndose de los restos del parto, siendo enterrados en la proximidad del domicilio.
 
Siguieron Vicenta Carmona que se anunciaba como Practicanta-Comadrona, tlfn. 3, Avda de Ramón y Cajal, 2. y D. Pedro Gómez Martínez como practicante titular de Cercedilla.
 
TODOS ellos ejercieron una labor tan importante para las madres y los nacidos en nuestro pueblo durante muchos años, sin olvidar a las HEROINAS PARTURIENTAS QUE LAS TOCO VIVIR EN ESA EPOCA, DEJANDO RECONOCIMIENTO EN ESTA MEMORIA A TODAS ELLAS.
 
En los años 70 todas las mujeres eran llevadas por médicos especialistas de las distintas Sociedades medicas y Seguridad Social dando  a luz en distintas maternidades madrileñas. 

domingo, 11 de enero de 2015


LAVANDERIA EN CERCEDILLA CON:

BANQUILLO, CESTA DE MIMBRE CON ASAS, Y TROZO DE JABÓN.

 

Hasta los años l.920 que llegó el agua corriente a las viviendas en Cercedilla las mujeres de entonces iban a lavar la ropa a los ríos, arroyos, caceras etc. que circulaban por el pueblo, cargadas con la cesta y algunas con banquillo y almohadilla,  andando y si les pillaba lejos algunas en burro. PERO A PESAR de la llegada del agua corriente en la mayoría de las casas se seguía lavando la ropa como antes de los 20, hasta que se invento la  lavadora en los años 1960 y  poco a poco las amas de casa  fueron adquiriendo dicho electrodoméstico para atender a las necesidades de la familia de una manera cómoda y sin salir de casa, aunque las primeras lavadoras no eran como las de ahora,  solo lavaban en pocos  programas, se desaguaba el agua, y se volvía a llenar para aclararla las veces que hiciera falta, y no centrifugaba, ni existían los suavizantes, pero si el “añil” de tono azulado que se echaba en la ropa blanca en su último aclarado.

Creo que es el momento de hacer UN GRAN RECONOCIMIENTO, a  todas y cada una de las personas, “MUJERES DE NUESTRO PUEBLO” que para su propia familia o para otras familias que  prestaban ese servicio por un módico precio, en todas las épocas del año, con las inclemencias del tiempo algunas veces se lo llevaban a casa mojado y otras veces seco y doblado en el mismo cesto.

Según la proximidad de las viviendas a los cauces del agua limpia y cristalina elegían  su puesto y según la piedra más o menos rugosa para restregarla a puño (sin guantes de latex) otras contaban con tabla ondulada de madera (ahora de uso decorativo) de rodillas con o sin banquillo (ahora de uso decorativo) con o sin almohadilla según su criterio.

Llevaban la cesta con la ropa a la cadera sujetando con la mano en el asa, muy pocas en la cabeza, pesaba menos por que iba seca,  al regreso a veces mojada que más pesaba, algunas se llevaban algo para comer a media mañana, según el tiempo que durara la colada?, si la ropa era blanca la ponían al sol enjabonada para que se fueran las pronto las manchas, y a las horas?, la aclaraban, la tendían en las praderas y en las zarzas para que se secara, y cuando ya estaba la ropa “lista”, volvían a casa, eso sí dejaban la comida hecha para cuando llegara el marido y la tropa a casa.

Los lugares más frecuentados para lavar la ropa fuera de casa eran: en la zona de San Antonio  el arroyo de la “cerca de la mata”, “peñas lisas”,  “las puentes”, el “arroyo de abajo” la “cerquilla del rio”, Por la zona de la Paloma, la “cacera gobienzo” y  el  “el puentecillo”, en la Carretera  de las Dehesas el rio de “las praderas”, en la zona de la Estación  “el rio del molino” y alguno más de los que pasaran cerca de la población. Aunque el de más afluencia y popularidad era el “arroyo de la Pontezuela” adecentado y colocadas  piedras individuales para el uso.

A finales de los años 1950 el Ayuntamiento construyo un LAVADERO PUBLICO MUNICIPAL CUBIERTO, con nave rectangular de 132 m2., con pasillo alrededor y una pila cuadrada de de 18 puestos de lavado a cada lado, con una altura de unos 75 centimetros  para poder lavar  cómodamente de pie. Al poco tiempo de ser inaugurado apareció un letrero que decía:   “ Se  ha trasladado aquí la SASTRERIA”, estuvo en funcionamiento hasta  finales de los 60, por la resistencia y el empeño de mujeres que preferían trasladarse al lavadero aunque tuvieran pila en su propia vivienda, como es el caso de personas allegadas y conocidas.

El lavadero estuvo años sin ser usado y muy deteriorado, hasta hace pocos años que fue restaurado y recientemente se le ha dado un uso cultural muy adecuado, dedicado y titulado “CASA DE LA MUJER”, estamos de enhorabuena en Cercedilla por haberle  recuperado.

MATIZANDO , que las mujeres de Cercedilla tenían tanto apego a las aguas claras y cristalinas que en pleno invierno en época de MATANZAS, bien abrigadas lavaban en los cauces de los mencionados arroyos y más próximos a sus casas, las tripas del cerdo para embutir chorizos y morcillas, por lo tanto se  puede decir que eran unas anegadas y grandes  AMAS DE CASA.